El antiguo colegio
Poca gente se sabe la
leyenda que voy a contar a continuación, y aunque suene inverosímil está basada
en la verdad en cierto modo. Mi leyenda viene de muy cerca de aquí en la
Alameda de Cervera, y para poneros en situación se trata de un antiguo colegio
que ya está abandonado, cerca de la rivera del canal que pasa por el pueblo.
Nuestra leyenda comienza
un frio día de otoño en el que los niños y niñas que viven a las afueras de la
Alameda se dirigen al colegio. Es un mañana fría, en la que la niebla no te
deja ver a escasos metros de ti, las clases han comenzado, los 15 niños que
forman la clase están encogidos dentro de sus abrigos, mientras una profesora, cansada
del frio del aula y la falta de atención de los niños, les intenta enseñar
algo.
La profesora espera con
impaciencia la hora del recreo para poder tomarse un café y descansar un rato y
los alumnos hartos de la clase se dedican a tirarse bolas de papel y a hablar
entre ellos. Por fin después de lo que pareció una eternidad para alumnos y
maestra, la campana suena y los niños huyen despavoridos del aula en busca del
recreo y las ganas de jugar. La profesora cansada de las clases se queda en el
edificio con su café caliente y con un libro, sin ganas de salir y vigilar a
sus alumnos. En el exterior el frio no ha disminuido y la niebla no se ha
disipado, pero a los niños eso les da igual, divertirse es lo más importante. El
recreo ha comenzado los niños corretean de aquí para haya saltando y
empujándose, sin preocupaciones. Ese día Sara, una niña de 9 años, decidió que
quería jugar al escondite con sus compañeros de clase, después de pasarse gran
parte del recreo buscando a sus compañeros, le toca esconderse. Sara se dirige
hacia los columpios para esconderse cuando ve un sitio perfecto, dentro de un
arbusto que se encuentra al lado del rio que va rebosante de agua, Sara se
esconde y pasan los minutos y nadie viene a buscarla, al rato la profesora sale
y les dice que vuelvan a clase que se ha acabado el recreo. Sara ve a sus
compañeros dirigirse hacia clase, pero al intentar salir del arbusto se escurre
y se cae al rio, sus compañeros no la han visto caerse, Sara intenta volver a
la orilla, pero la corriente la arrastra hacia el centro del canal, grita pero
nadie viene y por más que lo intenta no consigue salir a flote y llegar a la
orilla.
Ese invierno el colegió
cerró sus puertas para siempre, debido a la desaparición de una niña una mañana
de otoño durante un recreo. Se dice que si vas un día de niebla y frio de otoño
al colegio puedes oír los gritos de Sara pidiendo ayuda para que la rescataran.